Para mí, hoy es uno de esos días en que conectas todo. De repente te sientes en paz porque todo tiene una explicación. Aunque no nos guste.
No habéis tenido esa sensación alguna vez, de que todo lo que sucede, incontrolable a vuestras manos, estuviera predestinado a pasar?
Como sin saberlo, teníamos un mapa del tesoro grabado en la mente y tenias que llegar hasta el tesoro, sólo que al abrir el cofre no hay monedas sino una etapa nueva. Como una vida que ganas en un videojuego.
La mayoría de las decisiones son fáciles de tomar porque te dejas llevar. Pero que pasa si decides que no te dejas llevar?
Que eres consciente de lo que hay más allá y que te va a hacer daño durante el proceso de cambio pero aún así, sabes que la recompensa es emocionalmente brutal.
El premio es la paz de saber que sigues unos principios acordes a un modo de ver la vida como debe ser; Bella, plena radiante.
Sin dejarte llevar por lo que otros hacen por rutina... Apreciando los detalles, una palabra de afecto, una sonrisa cariñosa, un café sin reloj, un abrazo inesperado...
Veo que después de tener que soportar mucha carga, tengo la libertad de elegir hacia donde quiero que vayan mis pasos, hacia donde debo dirigir mis esfuerzos ...como si se lo debatiera a un yo interior. ES decir, es como hablarme a mí misma y gritar...
-eh?! que no te enteras que he sufrido??!! ME LO MEREZCO.
Pero no merecérmelo como cuando voy a la nevera a por un trozo de chocolate a hurtadillas en mitad de la noche, no no no hoy es uno de esos días en los que me compro un magnum con doble capa de chocolate negro en un kiosco y me lo como justo al salir de él.
Esa sensación (ridícula) de que la gente está envidiando tu helado y tu manera de comértelo sin complejos. Pues así me siento hoy. Como si hiciera algo que tenia ganas de hacer hacia mucho tiempo y no lo hacía para que la gente no se sintiera mal.
Y es una tontería, porque en realidad nadie mira a los demás, estamos tan preocupados en nuestra propia cotidianidad que nos importa un pito las novedades de los demás.
Aún así, y casi sin darme cuenta, me he quitado una piedra de la mochila. Esa estúpida mochila llena de preocupaciones estúpidas que llevamos siempre encima y sin hacernos falta.
Hoy me siento más libre, me he levantado con la sensación de que, aunque las cosas no van lo rápidas que quiero que vayan...estoy tomando decisiones de las que me siento segura.
Admitir gente nueva en tu vida, significa arriesgarse. A que te hagan daño, a que te mientan.... Pero sabéis, que? que no se puede estar pensando que todo el mundo es igual. Que toda nueva persona que se cruza en tu camino tenga doble personalidad o te ponga verde por detrás.
Dejar atrás a la gente que no es capaz de valorar, de cuidar y respetar a su alrededor. No dejando atrás por hacerles de lado, sino porque ya no les sujetas de la mano para seguir andando.
Les dejas atrás porque ellos no son capaces de seguir tus pasos, porque se rezagan y acurrucan en las penas, el qué dirán, en las tradiciones absurdas, en el desengaño, en la mentira....
Se admiten compañeros de viaje transparentes sinceros y seguros de sí mismos.
Empezamos septiembre con un visión desafiante, emprendedora, con ilusión y motivación en todos los ámbitos de mi vida.
No habéis tenido esa sensación alguna vez, de que todo lo que sucede, incontrolable a vuestras manos, estuviera predestinado a pasar?
Como sin saberlo, teníamos un mapa del tesoro grabado en la mente y tenias que llegar hasta el tesoro, sólo que al abrir el cofre no hay monedas sino una etapa nueva. Como una vida que ganas en un videojuego.
La mayoría de las decisiones son fáciles de tomar porque te dejas llevar. Pero que pasa si decides que no te dejas llevar?
Que eres consciente de lo que hay más allá y que te va a hacer daño durante el proceso de cambio pero aún así, sabes que la recompensa es emocionalmente brutal.
El premio es la paz de saber que sigues unos principios acordes a un modo de ver la vida como debe ser; Bella, plena radiante.
Sin dejarte llevar por lo que otros hacen por rutina... Apreciando los detalles, una palabra de afecto, una sonrisa cariñosa, un café sin reloj, un abrazo inesperado...
Veo que después de tener que soportar mucha carga, tengo la libertad de elegir hacia donde quiero que vayan mis pasos, hacia donde debo dirigir mis esfuerzos ...como si se lo debatiera a un yo interior. ES decir, es como hablarme a mí misma y gritar...
-eh?! que no te enteras que he sufrido??!! ME LO MEREZCO.
Pero no merecérmelo como cuando voy a la nevera a por un trozo de chocolate a hurtadillas en mitad de la noche, no no no hoy es uno de esos días en los que me compro un magnum con doble capa de chocolate negro en un kiosco y me lo como justo al salir de él.
Esa sensación (ridícula) de que la gente está envidiando tu helado y tu manera de comértelo sin complejos. Pues así me siento hoy. Como si hiciera algo que tenia ganas de hacer hacia mucho tiempo y no lo hacía para que la gente no se sintiera mal.
Y es una tontería, porque en realidad nadie mira a los demás, estamos tan preocupados en nuestra propia cotidianidad que nos importa un pito las novedades de los demás.
Aún así, y casi sin darme cuenta, me he quitado una piedra de la mochila. Esa estúpida mochila llena de preocupaciones estúpidas que llevamos siempre encima y sin hacernos falta.
Hoy me siento más libre, me he levantado con la sensación de que, aunque las cosas no van lo rápidas que quiero que vayan...estoy tomando decisiones de las que me siento segura.
Admitir gente nueva en tu vida, significa arriesgarse. A que te hagan daño, a que te mientan.... Pero sabéis, que? que no se puede estar pensando que todo el mundo es igual. Que toda nueva persona que se cruza en tu camino tenga doble personalidad o te ponga verde por detrás.
Dejar atrás a la gente que no es capaz de valorar, de cuidar y respetar a su alrededor. No dejando atrás por hacerles de lado, sino porque ya no les sujetas de la mano para seguir andando.
Les dejas atrás porque ellos no son capaces de seguir tus pasos, porque se rezagan y acurrucan en las penas, el qué dirán, en las tradiciones absurdas, en el desengaño, en la mentira....
Se admiten compañeros de viaje transparentes sinceros y seguros de sí mismos.
Empezamos septiembre con un visión desafiante, emprendedora, con ilusión y motivación en todos los ámbitos de mi vida.
Pues hala, borrón y cuenta nueva y a disfrutar de lo que venga. Un besote!!!
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