EL DÍA DEL PARTO

TENEMOS TIEMPO


Llevaba dos noches inquieta. 
Me levantaba muchas veces, sin hambre, sólo para ir al baño y beber.

Ese día, a las 8 de la mañana mi marido se despidió de mí con un beso... cualquier cosa me llamas, eh? 
Pero yo estaba tranquila.

Hacía dos días que el flujo era bastante más líquido, sin ser pegajoso. pensé ya falta menos... pero ese día sobre las 9 después de una ducha, involuntariamente por el pasillo de casa empecé a notar que al andar me goteaba más flujo de lo normal. 

No lo tenía claro, estaba rompiendo aguas? con Jaume fué de sopetón, como si me meara encima pero ahora... no sabía distinguirlo. 

Llamé a mi matrona, pero con esto del COVID, la mujer atiende sólo lo esencial, y me dijo que si estaba preocupada que fuera a urgencias. Fué bastante seca, y yo hecha un mar de dudas, decidí activar ya el protocolo familiar. 

MI marido acababa de llegar al trabajo, y le dije; 

-  con calma te vienes. Voy a ir recogiendo cosas por aquí por que me encuentro bien y de momento el flujo es transparente... y poca cantidad. TENEMOS TIEMPO.

LLamé también a mis padres, mi suegra y hermanos. La idea era aguantar en casa hasta que empezarán las contracciones para estar tranquila en casa. Pero todos se pusieron muy nerviosos, se querían llevar ya a Jaume y acompañarme al hospital ...  
Insistí que cuando viniera su padre en un par de horas les llamaría para confirmar que todo iba igual. 
Pensé que a lo sumo, nos iríamos por la tarde al hospital. Ilusa de mí. 

Su padre llegó en un suspiro, aceleradísimo, hiperventilando y acalorado. 
- te dije con calma!!

Eran las 11 de a mañana , yo me encontraba bien. Sólo que me tuve que poner una compresa que empapaba en seguida. 

Comí cosas dulces, revisé las bolsas por última vez y dejamos encima de la cama las sorpresas para Jaume cuando volviéramos. 
Le había preparado un par de cajas con cromos de fútbol, chuches, un par de libros de los Super Justicieros del fútbol y unos muñecos de los personajes de Sonic que quería desde hacía unas semanas. 
Dejamos a Jaume en casa de mi hermana sobre la 13;00 y nos fuimos al hospital con las bolsas. 
Dimos una vuelta larga para caminar un poco, las bolsas no pesaban. 
Entramos por urgencias a las 13;30.



Empieza la fiesta


Yo seguía sin contracciones. 
Me llevaron a monitores directamente, me dejaron la bata para cambiarme y me indicaron que iban a ponerme una vía por si acaso. Empecé a hacer preguntas, porque no quería que me administraran fármacos porque si. Así que en un principio me negué a que me pusieran la vía. 

Entró la matrona y se presentó, Carmen tenía mi libro de embarazo en la mano. Repasó conmigo todos los puntos de mi plan de parto.  Me escuchó y aclaró mucha dudas.... y sino fuera porque las mascarillas nos recordaban la situación que vivíamos, me hubiera levantado a darle un abrazo. Así sí. 

La vía me la puso ella misma, me la dejó lista por si acaso, en el momento del parto sucedía alguna complicación. 

Me explicó que ella estaría todo el turno de  noche y a las 21 volvería a monitores y me lo inducirían. 
Pero llegó a hora de la merienda y empezaron las contracciones cada 5 minutos. Estuve así como unas tres horas y de repente se espaciaron cada 10 minutos. 


Cené a las 20:00 estaba cansada pero preparada y decidida a conocer a mi niño esa noche... y al bajar a monitores, me dijeron que todo iba bien y si lo prefería sólo iban a ponerme un antibiotico por vía porque llevaba muchas horas con a bolsa rota y evitariamos posibles infecciones. Intentarian cumplir las 24 horas, antes de inducirme al parto... siempre que no hubiera sufrimiento por parte del bebé. 



Las contracciones volvieron a ser más ritmicas sobre medianoche y no pude dormir. MI compañera de habitación, sí tenía compañera, estaba sola con su bebé. Hacía mucho calor pese a encender el aire en la habitación. Gracias que me llevé un mini ventilador si no me da algo...

Pasé la noche comiendo bollos de chocolate y unos batidos de soja que llevaba en la mochila. Sé que no es lo más sano, pero tenía una ansiedad que el cuerpo me pedía dulce.

A las 7 me dí una ducha, ya había movimiento por los pasillos y no podía dormir.  
A las 9;00 pasaron con el almuerzo, un café con leche descafeinado y tres galletas. Me dirás con eso como afronto un parto... menos mal que llevaba plátanos también en la mochila. Ni Mary Poppins llevaba un arsenal parecido en su bolso! 




La mañana pasó sin contracciones... yo estaba nerviosa y cansada , no podíamos salir de la habitación y debíamos usar mascarilla todo el rato. Yo repasaba mentalmente cualquier situación que pudiera complicarse... hasta que conseguí relajarme y dejar de pensar  en cosas malas. 
Sólo quería que naciera ya y salir de allí...


A la 13;00 me bajaron a monitores. 
Tenía un hambre atroz... pero ya no me dejaron comer ni beber por si pedía la epidural. 
Pensé que subiría otra vez a la habitación y no cogí ni movil  ni avisé a mi marido , que se quedó dormido en el sillón. Tampoco 
pudo pegar ojo en toda la noche y me supo mal despertarlo.

Pensé que sería un ratito y ya... pero no. Me entró el pánico. De hecho la enfermera me quería bajar en la cama y le dije que ni pensarlo que yo podía caminar... me puse mi mascarilla bien y bajamos las dos a monitores. Ahí fué cuando me dijeron que ya no volvía a subir y pedí por favor que lo despertaran  para que estuviera conmigo. 
Fué la media hora más larga que recuerdo hasta que le ví aparecer. 

Me dijeron que debían proceder a ponerme la oxitocina porque mi cuerpo había dejado de provocar las contracciones  y ya hacía muchas horas de la rotura de la bolsa. 

Durante dos horas tuve contracciones insoportables. Me dejaron la pelota , estar de pie, hacer setnadillas, tumbarme,. enroscarme ...   Hasta que lo noté. De repente y sin poderlo evitar mi cuerpo empujó hacia abajo. No podía detenerlo. 
Entró  la matrona y me llevaron ya a paritorio. 

Tenía MUCHO MIEDO. Pero que mucho, eh? 

La matrona fué súper amable y paciente. Y de no haber sido por mi marido que con su voz me hacía volver y recordarme que era un gran momento ... No sé que hubiera pasado. 

Debía respirar y estar en paz. Estaba en el sitio perfecto y el momento perfecto... 

Empujaba , gritaba y desfallecía. Caía unos segundos en los que me daba la sensación que ya había acabado todo....hasta que mi cuerpo sin yo poder frenarlo, volvía a empujar. 
Y salió!! una sensación de vació mientras escuchaba su vocecita llorar. 

Me lo puso encima y una gran ola de amor inundó aquella sala. 
A los pocos minutos y sin empujar cayó algo caliente... la placenta. Pero yo sólo tenía ojos para mi niño. 



Volví a recordar dónde estaba mientras me dieron 4 puntos. 
Me pasaron a dilatación otra vez durante dos horas para controlar la sangre, pero mi chiquitín y yo estábamos en otro mundo...
♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️

Comentarios

  1. Muchas felicidades. Eres una campeona. Un beso

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  2. Hola, te quería preguntar si tuviste COVID 19 y como estuvo tu bebé después del parto. Un abrazo.

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