Bebés COVID 2020


Los bebés COVID 2020 y los embarazos de este año han sido sin duda, una puesta en práctica sobre las duras críticas que puede llegar a recibir la mujer sobre lo que debe o no soportar en un parto. 

Ha sido un año terrible en muchos aspectos y  uno de ellos ha sido el no haber recibido la atención suficiente durante el embarazo. 

Atención telefónica , exposiciones en colas sin distancia social y soledad. 

La soledad de los abrazos no dados, de las sonrisas escondidas por las mascarillas y de las hormonas revoloteando cual diablillo en el hombro para repetirnos todo lo que podría salir mal. 

El miedo a estar solas ante tanto dolor, ante la incestidumbre de un virus que no sabemos en qué puede afectar a nuestros bebés el día de mañana... Ni a nosotras. 

Miedo a no estar bien informadas, a que "te toque" una matrona que esté chapada a la antigua y no te respete. 

Direis ..."esto ya no pasa. "Sí, si que pasa todavía. Y es simplemente suerte. 

Suerte que te digan "venga niña no grites tanto, venga va empuja ya, ya vendrá tu acompañante luego , espera que lo tenemos que pesar, lavar, medir.... 

Miedo a que corrompan el tiempo natural  de tu cuerpo para que sus prisas y la medicalización no te hagan partícipe de tu propio parto. Y encima con mascarilla. 

Hiperventilas? Da igual. No te la toques y no te la quites. 

No puedes respirar? Da igual, no te la toques no te la quites....

Yo tuve suerte . Más de doce horas de dilatación y un cambio de turno para que entrara un ángel. Una matrona dulce y amable que me dijo que escuchara mi cuerpo. 

Que me iba a acompañar en todo el parto pero lo primero era traerme mi acompañante. 

Una matrona que me miraba a los ojos y me explicaba antes lo que iba a pasar. 

Una matrona que me calmó y me preparó con información. 

Pero ahora que está a punto de cumplir los 7 meses, y lo puedo ver con distancia, me enerva ver comentarios sarcásticos sobre los embarazos y bebés COVID del 2020. 

No quiero ni pensar el protocolo de emergencia que hicieron al principio de separar madres de bebés infectados, ni piel con piel ni lactancia materna...lo que habrán sufrido hasta que propusieron otras actuaciones. 

Está claro que hemos vivido a contrareloj en una situación de emergencia sin predecentes , pero he leído muchas barbaridades.


Lo peor que podemos hacer es comparar. También morían muchas mujeres en el parto.

Hoy en día no es necesario sufrir tanto, ni pasar tanto miedo. Ni estar solas.

En vez de comparar el dolor deberíamos ser más empáticas. Pensar que habrán partos rápidos y fáciles y habrán otros que tendrán complicaciones . Y en estos últimos tenemos la suerte de contar con un personal médico especializado con instrumentos acordes a nuestro tiempo. Y no son un pañuelo en la boca. Porque a mí no me tienen que ahogar un grito...yo grité vida en junio y la grité con ganas un precioso hijo de 4 kilos sin epidural y con mascarilla.

Valientes son las madres que aún  con miedo  ....sobreviven.

Seamos empáticos. No nos critiquemos, al fin y al cabo  el futuro de nuestra sociedad no se basa en compararnos , sino en crecer , crear, construir y avanzar.

 Y si es juntos...mejor

Comentarios

  1. Si es que la gente no es más estúpida porque no puede. Siempre con el comentario mordaz e hiriente en los labios. Si ya en una situación normal parir da miedo o al menos respeto, me imagino en emergencias como las que estamos viviendo. Que asco de gente que se permite opinar desde el calor de su posición acomodada. Seguro que ninguno de ellos estaba embarazada.
    Me alegro de que tuvieras la suerte de dar con ese ángel. Es muy difícil ser empático cuando te puede el estrés, los turnos se vuelven interminables, el cansancio acaba con tu moral, etc... Ole por los sanitarios, bomberos, policía, voluntarios... y todos los que arriman el hombro para hacernos las cosas más fáciles.
    Cuidate mucho preciosa

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  2. En nuestro primer hijo fue fiesta y ni epidural ni nada, en el segundo hubo cambio de turno y se quedaron las dos matronas.

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